Digamos que no y aunque sea mediante un comentario semifusilado de Goodreads vamos a aprovechar el día de San Jorge, día oficial del libro, para escribir acerca de una de las últimas lecturas realizadas y decir que esto no está muerto (aún).
Comencé a leer ciencia ficción de manera digamos seria cuando tenía alrededor de 15 o 14 años y llegué a ella porque me encantaba el género desde el cine y la televisión, devorador de todo lo que tuviera naves espaciales, armas de rayos, extraterrestres alucinantes y luchas estrambóticas. Con los años uno aprende a degustar otros sabores, le tomas el gusto a la cerveza, al picante, al curry, al campari y por supuesto a que la ciencia ficción sea una cosa más alla de Star Wars y Buck Rogers.
-La torre de Babilonia: unos albañiles asirios llegan a Babilonia para terminar de romper la bóveda de los cielos y poder alcanzarlo. Varios meses para subir por la torre y conocer a las personas que viven a lo largo de la misma mientras van dejando atrás (abajo) planetas y estrellas.
-Comprende: después de un experimento científico un hombre se va haciendo cada vez más inteligente hasta lograr poderes sobrehumanos, prácticamente un dios, pero resulta que no es el único ¿Serán aliados o enemigos?
-Dividido entre cero: una matemática logra demostrar que las matemáticas son inconsistentes y todo su mundo se derrumba, en mi opinión quizás el más flojo.
-La historia de tu vida: la humanidad hace contacto con unos extraterrestres que parecieran percibir el tiempo como una totalidad y no como una serie de eventos que se suceden ¿Cómo afectará esto a quienes logren entender su idioma?
-Setenta y dos letras: extraña ucronía fantástica en una Inglaterra del siglo XIX donde la revolución industrial se hace a lomos de golems creados por 72 combinaciones de letras del alfabeto hebreo. Extraña combinación de la cábala, conspiraciones ludistas-sindicalistas y una investigación para lograr salvar a la humanidad de la extinción.
-La evolución de la ciencia humana: escrito en clave de artículo periodístico para un revista científica en un futuro donde parte de la humanidad se ha elevado por encima del resto logrando avances asombrosos que los simples humanos no pueden entender ¿Para qué quedarían las revistas científicas si nadie puede entender estas nuevas teorías?
-El Infierno es la ausencia de Dios: Dios existe sin lugar a dudas y exige amor a través de las visitas de sus ángeles (algo desastrosas hay que decirlo) ¿Se puede obligar a alguien a adorar a su creador solo porque este así lo desea? ¿Es válido ese amor solo como una forma de alcanzar el Paraíso?
-¿Te gusta lo que ves? (Documental): Una droga que actúa sobre partes específicas del cerebro te hace ciego a la belleza (o fealdad) de los demás, impidiéndote de esta forma juzgarlos por su apariencia. ¿Es esto correcto o debería ser decisión del propio criterio? ¿Obligar a un comportamiento ético es ético? Escrito como si fuera un documental creo que es un tiro al suelo si alguien se decide y lo hace en forma de cortometraje.
Buenas premisas estrujadas y estiradas hasta el límite producen cuentos inusuales, quizás algún final algo flojo, pero una recopilación excelente, indispensable.
Poco productivo Ted Chiang. Hay muy poco, además de esto, publicado con su nombre.
De lo bueno, poco, dice el refrán.