Pensamientos irreflexivos de un obstinado que odia a la humanidad
y tiene muy mala ortografía
viernes, 16 de febrero de 2007
Niños del hombre
Children of Men, 2006.
Director: Alfonso Cuarón.
Clive Owen, Julianne Moore, Michael Caine.
Año 2027, 18 años sin nacimientos, una humanidad cada vez más vieja pierde la esperanza de un futuro en un mundo cada vez más caótico. Theo (Clive Owen), un empleado gubernamental en un Reino Unido xenofobico y acosado por el terrorismo y el extremismo, es contratado por su ex-esposa (Julianne Moore), líder de un grupo terrorista, para trasladar a una joven inmigrante embarazada a una comunidad científica autónoma donde podría convertirse en la salvación de la humanidad.
Si, tarde para comentar una película que ya pasó de las carteleras, pero es que no puedo dejar pasar la oportunidad de recomendar este excelente film. Tiene lo que yo, como aficionado de la ciencia ficción, espero del género: una situación extrema origina situaciones extremas pero no totalmente descabelladas, una extrapolación lógica de una situación extraña, sin el uso abusivo de los efectos especiales, una trama creíble apoyada por personajes creíbles; Theo es el perfecto antiheroe; cínico, descreído, borracho, conformista y depresivo, obtiene la redención, sin necesidad de empuñar un arma y matar a los malos al estilo Shuacheneguer, con el apoyo de los pequeños esfuerzos de los pendejos de a pie.
Interesante la visión de esa isla intentando sobrevivir a la debacle mundial cerrando sus fronteras, rescatando obras de arte en el mundo sin tener puta idea de quien las apreciará en el futuro (la escena de la comida en casa del ministro con el Guernica colgado en la pared del fondo mientras el joven a la mesa alejado de la realidad vive conectado a un mundo virtual, me parece una perfecta alegoría y muy actual). Pues eso, la ciencia ficción no tiene que ser obligatoriamente armas de rayos de colores y naves espaciales, la ciencia ficción puede ser (y en mi opinión, debería ser) un reflejo del mundo actual, un espejo torcido donde nos veamos iguales pero distintos, deformes y resaltados y que de está manera nos lleve a la reflexión.
Basada en una obra de la escritora inglesa P. D. James, ya cayó en mis manos afiebradas su novela El faro. Ante las opiniones favorables que la mujer recibe pronto veremos si su obra literaria es tan buena como esta pelicula.
PD: el que piense verla (por primera vez o en un nuevo visionado) no deje de fijarse en la escena casi al final, cuando en plena batalla la cámara persigue a Owen a través de las calles, dentro de un autobus-vivienda de refugiados y a la calle nuevamente entre explosiones, tiros, muertos y carreras; una sola toma larga, completa y sin ediciones, verdadero lujo cinematográfico.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Vamos a ver como la "consigo"...
Publicar un comentario