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Tal como cuenta este artículo del New York Times, lo que podría considerarse la foto más celebre de la Guerra Civil Española sufre un asombroso renacimiento por la aparición de su negativo (junto con otros 3500) en la ciudad de México después de casi sesenta años desaparecidos.
Tomada por Robert Capa en 1936, Falling Soldier muestra la muerte de un miliciano republicano en el frente de Córdoba y durante muchos años fue el centro de la discusión de si era verídica o solo un montaje propagandístico. Ahora se aclara el asunto al conocerse las tomas anteriores y posteriores al hecho en la tira de negativos con todos los detalles de la muerte del soldado.
En una historia que parece una novela (igual que la vida de Capa), los negativos estaban en su cuarto oscuro en París y se creían perdidos durante la invasión alemana. Fueron salvados por un amigo y fotógrafo, Imre Weisz, quien los llevó a Marsella pero fue capturado y encerrado en un campo de prisioneros en Argelia. Los negativos llegaron de manera desconocida a las manos de un diplomático mexicano en Marsella, el general Francisco Aguilar González, que los retuvo hasta su muerte en 1967 (aún no se explica porque lo mantuvo en secreto e irónicamente el mismo Weisz terminó viviendo en México después de la guerra), pasaron a su hija hasta que los descubrió un cinesta anonimo mexicano (no se que tan anónimo ya que es sobrino de la misma) quien notificó al Centro Internacional de Fotografía en New York, estos entraron en conversaciones con la familia de Aguilar quienes finalmente los cedieron. En las maletas vienen además negativos de su socia y amante, Gerda Taro, una de las primeras fotógrafas corresponsales de guerra pero practicamente desconocida, quien murió en España cubriendo el conflicto y de David Seymour, fusilado en Suez en 1956.
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PD: asombroso el estilo del New York Times, todas las palabras son hipervínculos.
7 comentarios:
Al igual que esta foto (que tiene toda una historia detrás), existen otras, como la de los premios Pulitzer, donde indagando un poco en quien tomó la foto encuentras historias desde conmovedoras hasta la más profunda indiferencia.
-Tomar una foto en medio de una tragedia-...me causó curiosidad saber que tienen dentro esa gente
Había estado leyendo en un periódico argentino sobre este espectacular hallazgo. Lo cierto es que, como bien dices, la vida de Capa parece de película, por lo que espero poder profundizar en ella.
Excelente entrada, Juan.
El problema con la cobertura de los frentes de batalla es que a veces no discriminan. Podría admirarles lo valiente, pero no les cambio su trabajo por el mío. A los cobardes nos gusta la oficina.
aguafuerte: dentro de la cabeza de esa gente supongo que hay una extraña mezcla de la fotografía como registro, herramienta artística y medio de trabajo para pagar la hipoteca. Hay un libro de Susan Sontag muy interesante, Sobre la fotografía, que intenta delucidar ese dilema del fotografo ante la tragedia.
¿Tomar una foto en medio de una tragedia? supongo que sangre fría y unas bolas bien puestas hacen falta.
avellanal: hay una biografía de Capa, Sangre y Champán, pero creo que no está muy bien considerada.
Por cierto, en febrero hay una exposición de Rene Burri en el Centro Borges, un viajecito a BAs te deberias dar para no perderla ;)
G: ya somos dos, pero mira esta foto de Maru
Difícil saber lo que hay detrás de la mente de un fotografo de guerra, para mi una mezcla de valor, sangre fría y mucha culpa. Un caso polemico que me viene a la memoria es el de Kevin Carter, quien despues de haber ganado incluso un premio Pulitzer terminó por suicidarse.
No sabia que se había suicidado, en verdad que tanto la foto como la reacción a la misma fueron extremas.
Odiar la foto que te hizo famoso...que jodido.
Ok, Maru, eres valiente. Me tomaré la libertad de pedirte que no te pongas tan de frente al cañon de una escopeta. Los cobardes te queremos.
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