martes, 1 de abril de 2008

Guardianes de la noche


Sergei Lukyanenko
Nochnoi dozor, 1997
Editorial Plaza y Janés, 2007
Traducción: Jorge Ferrer



"El Mal no precisa de sus manos para aplastar el Bien. Para él es mucho más sencillo dejar que se aniquile a sí mismo"


Enfrentados por miles de años, las fuerzas de Bien y el Mal, la Luz y las Tinieblas, llegaron a un pacto para evitar las muertes y destrucciones innecesarias y crearon las Guardias; Nocturna para los servidores de la Luz y Diurna para los servidores de la Oscuridad. Velando para evitar maldiciones no autorizadas, conversiones morales en los mortales, vampiros sedientos cazando su comida sin el permiso correspondiente o freelances que deciden librar su propia guerra, ambas guardias supervisan a los agentes enemigos evitando acciones que acaben con el equilibrio entre fuerzas.

Tres historias se reúnen en este libro mostrando las actividades, reflexiones, dudas, peligros y vicisitudes de Antón, agente de la Guardia Nocturna en el departamento de Moscú. Antón pertenece a la minoría de seres humanos con la capacidad de entrar en el Crepúsculo, mundo de sombras paralelo al nuestro. Son personas que cuando descubren su potencial, generalmente en su juventud, son reclutados por las Guardias después de elegir a que bando quieren servir separándose de la humanidad, convirtiéndose en parte de los Otros.

En un mundo de escala de grises, donde no existe el blanco y el negro puros y la diferencia entre buenos y malos se diluye en una penumbra de justificaciones y excusas, cuando los métodos de cada cual no difieren mucho y muchas veces los resultados tampoco, es difícil justificar la elección que se haya tomado y obedecer las ordenes recibidas. Tema central del libro alejado del maniqueísmo, las dudas de Antón, tanto de sus capacidades como de sus decisiones, así como los intentos de descifrar las fintas dentro de las fintas dentro de las fintas de un juego de ajedrez eterno que, como el mismo Antón razona, al parecer pierde su objetivo y se convierte en el juego por el juego, más aún cuando las bondades y maldades se manejan como moneda de intercambio entre las dos organizaciones.

En esta lucha del bien contra el mal, cuando las fuerzas luminosas en su esfuerzo por lograr la felicidad de los humanos han creado engendros como el fascismo y el stalinismo y autorizan que licántropos salgan de cacería ¿Como puede un agente continuar obedeciendo ordenes sin cuestionarse? ¿Como continuar tratando igual a tus simpáticos vecinos del piso superior sabiendo que son vampiros (eso si, registrados)?

Curiosa especie de novela de espionaje mágico-fantástico, emocionante, interesante, aunque al final se arrastre entre tantas dudas y mortificaciones de su protagonista. Llegué a la misma por la versión cinematográfica, cinta que ha generado tanto admiradores incondicionales (me apunto) como acérrimos detractores, en realidad comparte poco con ella (excepto la nota en la contraportada, que se refiere más a la película que al libro)

Pues me gustó, hay algo en ese tono gris deprimente eslavo que me atrae.

"Un cedazo gris filtraba los colores y los sonidos parecían atravesar tapones de algodón antes de rebotar en los tímpanos. Era como una película muda en blanco y negro, el capricho exquisito de un director de cine. El mundo del que extraemos nuestra energía. El mundo que se bebe nuestras vidas. El Crepúsculo."

4 comentarios:

Lobo7922 dijo...

Parece interesante :)
Por lo poco que me dices ¿se ambienta durante el periodo de la guerra fría?

Juan RRR dijo...

No, en los tiempos actuales, Antón por cierto es el encargado de las redes de la oficina.

kilior dijo...

Justo este fin de semana vi los guardianes del día, que también me gusto aunque el final me pareció un poco exótico y halado por los pelos.

La tienen en el blockbuster del centro comercial las cupulas en los palos grandes

Juan RRR dijo...

Dato interesante, al parecer esta película era una mezcla de los siguientes dos tercios de la novela, vi el trailer y aparece una tiza protagonista del final.

Se buscará.