sábado, 14 de febrero de 2009

La felicidad de los ogros


Au bonbeur des ogres
Daniel Pennac, 1985
Editorial DeBOLS!LLO, 2006
Traductor: Manuel Serrat Crespo


Benjamin Malaussène es el hermano mayor y cabeza del clan Malaussène, una pintoresca familia en el multiétnico barrio de Bellevile en París. Responsable por esa escalera de sus cinco hermanos menores, todos de un padre distinto, Ben trabaja como "chivo expiatorio" en una enorme tienda por departamentos. Su función es recibir la bronca por parte del departamento de reclamos como "encargado" de control de calidad de los productos vendidos hasta que el cliente sienta lástima y se olvide de la indemnización.

Todo ira bien (lo bien que se puede esperar de este tipo de trabajo) hasta que una serie de atentados con bombas en el almacén con Benjamin como principal sospechoso pondrán las cosas complicadas para un persona que, al lidiar diariamente con sus extraños hermanos y un perro epiléptico, ya las tiene suficientemente complicadas.

Muy agradable descubrimiento de esta novela policial muy alejada de lo que normalmente se encuentra en el género. Pennac asume la voz de Benjamin y nos narra en primera persona su forma de ver el mundo, un mundo lleno de desgraciados jodedores que les encanta joderle la vida a los demás, donde los pobres de a pie desconfían de un sistema donde ellos son, por defecto, los sospechosos habituales. Ante ese sistema del que desconfía, Benjamin preferirá resolver el problema por sus propios medios, atacando a ese monstruo depredador con sus propias herramientas y con la ayuda de lo que hace agradable la vida; las personas que te quieren.

Curiosa mezcla de novela policial, novela negra e historia costumbrista en el París de las callecitas.

Muy recomendable (más allá de una traducción demasiado castiza llena de lo que supongo términos coloquiales españoles que ni en el diccionario aparecen), actualmente devorando su continuación; El hada Carabina.
Manejando cifras, me revela las economías que he logrado para el Almacén en sólo quince días. Apreciables.
-Pero hay algo que me preocupa, señor Malaussene. ¿Cuál es su secreto para llevar a cabo con tanta perfección una tarea tan ingrata? ¿Alguna filosofía personal?
-El salario, jefe, la filosofía del buen salario.

2 comentarios:

Lobo7922 dijo...

Epa chamo, una pregunta, ¿alguna vez has leido a Boris Vian? No sé por qué esto me sonó a Boris Vian y a aquel sujeto quien vendía su "sudor de frente" en la panadería.

Juan RRR dijo...

De Vian lo único que he leído es Escupiré sobre vuestra tumba, que recuerdo me gustó. Intenté infructuosamente con La hierba roja y no pude con el, así que no te puedo decir. Pero surrealista o fuma'o no es.