El proceso de evaluación es bastante singular; en un salón abierto al público cuatro jurados califican la fotografía, cuatro votos positivos pasa a la exposición, con tres votos van a una segunda ronda donde en un segundo visionado es posible que pasen o no. Luego las fotos con cuatro votos son nuevamente evaluadas para clasificarlas como "premiables" o no, en esta última etapa la evaluación debería ser más estricta incluyendo comentarios en pro o en contra de cada foto por parte del jurado. Las mías no pasaron a la etapa de "premiable" pero aún así, tres de cuatro fueron escogidas para ser expuestas.
Viéndolo así en crudo pareciera un proceso interesante y educativo; que una foto sea evaluada en público cuando menos debería servir para conocer debilidades y fortalezas, un agradable/desagradable proceso de aprendizaje. Lamentándolo mucho el resultado ya no es lo satisfactorio que pudo haber resultado en el pasado, AVECOFA sufre un grave caso de senilidad, tanto física como mental o lo que es más grave, y que normalmente lo veo en otras muchas áreas del país que me tocó vivir, los supuestos profesionales se han estancado incapaces de actualizarse.
Debería sentirme satisfecho de que tres de mis fotos vayan a ser expuestas pero la verdad es que ver rechazar trabajos ajenos excelentes porque "el objeto principal se encuentra en el centro del encuadre" (Richard Avedon te jodiste, tus fotos no sirven), "el flash es demasiado fuerte y directo al rostro" (Diane Arbus, ya sabes, a coger un curso de fotografía básica) y "esa foto solo funcionaría en una galería de arte" (Man Ray, dedícate a otra vaina) no pareciera hablar bien de las mías.
Uno de los jurados obsesionado con el "punto áureo" de la foto, explicando al público como el "punto áureo no debe estar en el centro de la foto" (supongo que quería decir que el punto de interés "debería" de situarse en alguno de los puntos áureos) o declarando categórica, enfática y dogmáticamente que "el personaje protagonista de una foto debe mirar siempre hacia adentro de la misma, siempre" y que nunca se debe centrar al protagonista (cosas que el mismo en algunas de sus fotos no cumple), unido a otro jurado incapaz de justificar su voto negativo ante un atardecer (aburrido como cualquier atardecer fotografiado, es verdad, pero por lo menos que lo diga) o el otro señor, mayorcito él, muy simpático eso sí, preocupado por el trabajo de laboratorio cuando la totalidad de esas fotografías seguro fueron hechas en digital, no hacen más que mostrar que es necesario un refrescamiento de conocimientos que saque a algunos de esos señores del oscuro mundo del dogma fotográfico en que se encuentran.
El mismo concurso, hace un año, contó con la participación, a manera de presentador/coordinador, de
Y, para que el que quiera saber un poco más de composición, haciendo click acá las reglas básicas de la misma, por lo menos se destaca la diferencia entre la Regla de Tercios y la Regla de la Sección Aurea, cosa que el jurado en cuestión igualaba y/o equiparaba a diestra y siniestra. Por supuesto, nuevas ideas que refrescan el campo, la Composición en Diagonales.
Ya saben, no se les ocurra tomar una foto así, así, así o asao.
Cometerán errores garrafales de composición.
Adenda: gracias a Maru por recordarmelo, Cartier-Bresson tampoco sabía de fotografía, esta foto pierde gran cantidad de puntos ya que el protagonista no mira hacia el interior del encuadre.
2 comentarios:
Muy buena crítica-comentario... Ya decía yo que tus fotos no podían ser espontáneas ;-)
Pasé un rato sabroso leyéndote.
PUes llego a este post por mera casualidad, pero me identifico a pleno. Lo mismo me ha sucedido a mi vuelta a Venezuela, luego de 8 años de vivir fuera. Me abruma el estancamiento de criterios y la gran falta de actualización que encuentro en la fotografía venezolana. Y estoy hablando aún ahora, en el 2013!
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