miércoles, 23 de enero de 2008

El naufragio de "El río de las estrellas"


Michael Flynn
The Wreck of the River of Stars, 2003
Ediciones B, 2005
Traductor: Pedro Jorge Romero


"En el universo había una simetría inherente.Cuando sucedía lo inesperado -y siempre pasaba, porque lo inesperado era paradójicamente lo más esperado- rara vez daba lugar a operaciones más rápidas y más sencillas"


A finales del siglo XXI, la nave "El río de estrellas" realiza viajes como carguero a través del Sistema Solar. Un antiguo velero solar de lujo para viajes de placer que poco a poco se ha devaluado por el desarrollo de los motores de fusión (mientras sucesivos capitanes la han vendido por partes desmantelando cubiertas completas para financiarse); de hermosa y elegante nave para turistas a transporte de emigrantes a Marte y por último como una vulgar nave de carga bajo la denominación de nave híbrida (motores de fusión añadidos pero manteniendo la vela como sistema alterno).

Después de una serie de desgracias como las pérdidas del jefe ingeniero y del capitán, la variopinta tripulación tendrá que enfrentarse a la falla de sus motores de fusión. Viajando en caída libre tendrán que apurarse para repararlos y no llegar demasiado rápido a la cita con Júpiter pasando de largo. El grupo de nostálgicos de la nave, amantes del antiguo arte de la navegación estelar a vela, deciden reactivar las mismas secretamente. El problema es que las cosas que se hacen secretamente seguro terminan manejando recursos secretamente (malversación le llaman).

Ciencia ficción hard por su estricto manejo de la mecánica de vuelo, la extrapolación de tecnologías conocidas y los peligros de la navegación espacial, se ablanda bastante por el descomunal esfuerzo de Flynn en crear personajes complejos, con virtudes y fallas, habilidades y torpezas. Miedos, temores, esqueletos en los closet, amores correspondidos y no correspondidos e intercambio de parejas le agregan a la novela cientos de páginas de lo que parecen ser capítulos de E.R. en el espacio.

Inconforme que es uno, montones de libros leidos quejándose de que los personajes de la ciencia ficción son planos, vacios, de cartón para ahora no apreciar la profunda vida interior de 14 locos en una nave espacial en una carrera a ver quien es capaz de cagarla mejor. Supongo que describir a una persona como:

"El aura de Miko había salido infinitesimalmente del infrarrojo [...] lo que causaba el efecto de hacerla más visible -así como menos abrasadora-. Okoye consideró el cambio con esperanza. Un desplazamiento hacia la zona azul del espectro indicaba que el objeto se acercaba"


quizá nos satisfaga a los lectores empedernidos del género ¿pero trescientas páginas llenas de cosas similares? definitivamente empacha.

Lento la primera mitad, mejora notablemente en su último tercio, una obra que pareciese un homenaje a la Ley de Murphy y como cuando algo sale mal los humanos nos la podemos ingeniar para ponerlo peor (sobre todo cuando tenemos la ayuda de una IA mal programada), sumando lo bueno y lo malo resulta con un aprobado.

1 comentario:

Mr. G dijo...

Etimológicamente, naufragio parece significar ruptura de la nave en latín.

No quiero estar allí el día que eso le suceda a un transporte interplanetario, sobre todo en uno que esté más "inter" que "planetario".