martes, 17 de febrero de 2009

El hada Carabina


La fée carabine
Daniel Pennac, 1987
Editorial DeBOLS!LLO, 2006
Traductor: Manuel Serrat Crespo


Yo he perdido los estribos, me pongo por completo en las manos de ese tipo al que sólo he visto dos veces en mi vida: el año pasado, cuando le llevamos a Jérémy hecho picadillo y asado como un pollo, y el día de la muerte de Verdún. Pero así es la vida: si encuentran a un ser humano en la multitud, síganlo ... síganlo


Mucho mas oscuro que la entrega anterior, en El hada Carabina mientras la "Tía Julia", el amor de Benjamin, se dedica a investigar un caso de tráfico de drogas entre jubilados de la tercera edad (con el extra de dejar a unos cuantos de estos ancianos en plan de desintoxicación en casa de la familia Malaussène) un degollador de ancianas sacude al barrio de Belleville y tiene a la policía vigilando las calles de incógnito. Por supuesto, todos los hilos de esta historia convergirán en el sospechoso número 1, Benjamin Malaussène.

Al contrario del primer libro, en este el peso recaerá sobre el agente Pastor, un policía con cara de niño, hijito de mamá con su jersey tejido a mano, pero capaz de arrancar una confesión a cualquiera con un método secreto al parecer infalible, y Thian, un viejo inspector a punto de jubilarse, hijo de vietnamita y francesa, y afectado por un montón de dolores imaginarios y con una extraordinaria puntería. Ven a Benjamin, su familia y a sus amigos como degolladores de ancianas y traficantes de anfetaminas en el barrio. Ambos policías deberán enfrentarse a su pasado y de alguna forma intentarán superarlo gracias a esa familia de locos que es clan Malaussène.

Historia que se mueve entre dementes asesinos, crueles y prejuiciosos policías, familias disfuncionales y oscuras manipulaciones inmobiliarias, ahora si mucho más cercana a la novela negra. Nuevamente la corrupción política que invade todo y la destrucción de la familia por la ambición desmedida.

Va bastante bien el señor Pennac.

1 comentario:

f dijo...

muy bueno el post
pennac me hace cagar de risa
y además escribe de diez