Christopher Moore, 2004
Editorial La Factoría de Ideas, 2008
Traductor: Omar El-Kashef
Pine Cove es una comunidad en California donde cada año sus habitantes deben sufrir por la llegada de cientos de turistas en diciembre gracias a su maravilloso y predecible clima. Pero este año viene El Niño, que no solo traerá una Navidad tormentosa sino que vendrá acompañada de Raziel, un ángel algo tonto e inocente, que decidido a realizar el milagro de la Navidad en este pueblo pondra las cosas algo complicadas para el alguacil Theo Crowe, quien deberá lidiar con una esposa esquizofrénica que dejo de tomar la medicación y mezcla la realidad con sus antiguas aventuras como heroína de TV, buscar un extraño individuo irrompible sospechoso de pederastía, ocultar su plantación privada de marihuana, mediar en la violencia no-familiar de ex-esposos que se odian y además deberá luchar contra una banda de zombis ansiosos por su ración de cerebros.
A Kendra, la Nena Guerrera de Allende la Frontera, maestra de combate de la arena de aceite hirviendo, asesina de los monstruos, perdición de los mutantes, azote de los piratas de arena, protectora de sangre del pueblo termita -hormigueros siete a doce-, le gustaba el queso. Así ocurrió que, en ese vigésimo tercer día de diciembre, con sus tallarines húmedos y congelados en el colador, alzó su musculoso brazo al cielo e invocó la ira de todas las furias sobre su poder superior, Nigoth, el dios gusano, por haber permitido que se olvidara la mozzarella en la caja del súper.
-Mira, no están mirando. ¿Por qué no las coges sin más?
-No puedo -dijo el hombre rubio.
-¿Por qué no?
-Porque nadie me ha dicho que lo haga.
Oh, no. El tipo parecía un adulto, pero tenía el cerebro de un crío estúpido, como el tío de El otro lado de la vida, o el presidente.
Vuelvo a la fantasía absurda de Moore, que al igual que en Un trabajo muy sucio, adolece de un final algo forzado y no muy bien resuelto (o bien resuelto si vemos que va acorde con el resto de absurdos de la historia) pero repleto de comedia negra y mala leche que engancha y divierte, un muy poco tradicional cuento de Navidad.
Obviamente que un libro con esta portada tan de auto-ayuda hubiera pasado de largo para el ojo friki buscador en librerías, se agradece el soplo que permitió ubicarlo.
4 comentarios:
De nada. (¿Fui yo?)
Parece que agarraste la "velocidad de crucero" en tu lectura, felicitaciones, ¿Quién te recomienda estos libros?
Susana: satamente
Lobo: este especificamente no lo recomendó nadie, llegó porque me leí el otro de Moore y me gustó.
Al otro de Moore llegué por casualidad curioseando en una tienda.
Igual que yo. Lo vi por casualidad, leí la contraportada, lo compré... y fue una agradable sorpresa. Pero éste (y el tercero, que lo conseguí en España) no lo leí aún.
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