lunes, 31 de agosto de 2009

Estacionándose a la criolla

"¡Y pensar que en este mismo momento en algún lugar del mundo se están disparando balas que no van a pegarle a nadie! ¡Qué desperdicio!"
Miguelito



Excelente oportunidad para rescatar esta iniciativa.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Día internacional de la fotografía

Llego tarde, pero resulta que hoy es/era el Día Internacional de la Fotografía: el 19 de agosto de 1839 Francois Arago explicó ante la Academia de Ciencias y Bellas Artes de Francia la novedosa técnica del Sr. Daguerre para obtener daguerrotipos.

Pensé en hacer algo similar a lo hecho en este y este otro post para conmemorar el hecho pero Mavele me sugirió por qué mejor no hacía referencia a fotógrafos menos emblemáticos y más contemporáneos. Sugerencia razonable e inteligente, he decidido dar un breve paseo por algunos fotógrafos descubiertos gracias a la web.

Su trabajo puede englobarse esa área de la fotografía que consiste en agarrar la cámara y patear calle intentado captar, descubrir, revelar y mostrar la cotidianidad, detener el tiempo en momentos oníricos, surrealistas, cómicos, tristes o solamente triviales pero sin una intención de reportaje (aunque pueda convertirse en uno). Fotografía de calle se llama y necesita un ojo entrenado, un dedo ágil y mucha imaginación. Los siguientes fotógrafos tienen esto de sobra:


Travis Ruse


Travis Ruse llevó durante aproximadamente tres años un fotoblog llamado Express Train donde mantuvo la línea editorial de mostrar imagenes del metro de New York captadas en sus viajes del hogar a la oficina y viceversa en lo que el mismo describe como "tres trenes, 11 estaciones y 45 minutos de viaje". Suspendido indefinidamente cuando la mudanza de la oficina le permite llegar al trabajo en bicicleta, en esta maravilla de fotoblog aún on-line podemos apreciar el estupendo trabajo de un hombre con la capacidad de ver belleza (y mostrarla perfectamente) en uno de los lugares no-lugar de EEUU por excelencia.

Markus Hartel


Urban Views se llama este fotoblog de un hombre al que le encanta New York, los detalles de la calle, lo pintoresco de sus protagonistas. Retrata a esos extraños de manera indiscreta pero intima gracias a lentes cortos que son sus preferidos y con un procesamiento que evoca la magia de la fotografía analógica tradicional.

Más en Flickr.


Nils Jorgensen


¿Como lo hace? no tengo ni idea pero Nils Jorgensen tiene una habilidad absoluta, mágica, para captar el momento y para descubrirnos ese mundo loco y a la vez cotidiano. Humor, sensibilidad y visión artística. Perfectamente encuadradas, compuestas y divertidas, todas las fotografías nos hacen preguntarnos ¿Como lo hizo?

Más en Flickr.

Matt Stuart


Matt Stuart es un caso aparte; utiliza una tradicional, difícil y engorrosa Leica con tradicional, difícil y engorrosa película Fuji de la que dice usar aproximadamente dos rollos por semana. Con esta técnica logra este trabajo en el que no hay escena que no genere una sonrisa. Encuadres y perspectivas genialmente utilizados sugieren historias asombrosas y fantásticas con objetos y personajes tradicionales. Según el mismo Stuart no es dificil, solo se necesita de:
buy a good pair of comfortable shoes, have a camera around your neck at all times, keep your elbows in, be patient, optimistic and don’t forget to smile

Más excelentes trabajos de calle en www.in-public.com.

Como dirían por ahí: disfrútenlos.

martes, 11 de agosto de 2009

El jugador


The Player of Games, 1988
Iain BanksEditorial Martínez Roca, 1992
Traductor: Albert Solé


Y, de todas formas, ¿qué importa la identidad? Tengo mis dudas al respecto. Somos lo que hacemos, no lo que pensamos. Sólo las interacciones cuentan (no, aquí no hay ningún problema con el libre albedrío; el libre albedrío no es incompatible con el creer que tus acciones te definen). Y, de todas formas, ¿qué es el libre albedrío? Azar. El factor aleatorio. Si no eres predecible entonces, naturalmente, todo el problema se desvanece. ¡Qué frustrantes pueden llegar a ser las personas que son incapaces de comprenderlo!

Incluso un humano debería ser capaz de comprender lo que es obvio.

Gurgeh es un jugador, quizá el mejor jugador en toda la Cultura. Conoce y domina cualquier juego en el espacio conocido, se dedica a escribir ensayos y artículos mientras escurre el bulto de las ofertas de trabajo por parte de la universidad de su Orbital.

El problema es que en una sociedad anarco-socialista utópica, donde no existe el dinero y todas las necesidades están satisfechas, más allá del juego por el juego y el prestigio que se gana en la victoria ¿Qué emoción puede generar el juego en alguien que además está acostumbrado y aburrido de ganar? Entonces aparece Contacto, especie de organización (tanto como pueda existir una organización como tal en la Cultura) encargada de, pues de eso, de establecer contacto con nuevas culturas, quienes han descubierto un complicado juego que puede interesar a Gurgeh y sacarlo de su apatía.

Es invitado a jugar en el recién descubierto Imperio de Azad en las lejanas Nubes de Magallanes, una sociedad tan parecida a nosotros como lejana es la Cultura; militarista, clasista, prejuiciosa, viciosa y violenta, donde todo gira alrededor del juego del Azad, un juego de complicadas reglas en un enorme tablero que modela a la sociedad azadiana y al que esta copia y emula. Los cargos públicos, incluyendo al Emperador y a las máximas autoridades, son elegidos en función de su desempeño en el juego y la forma de jugar es la forma de ver la vida, orientando de esta manera el rumbo completo de una sociedad. Un juego donde hasta la propia vida puede ser apostada.

Descrito así suena dramático, como trailer de película de naves espaciales y pistolitas de rayos. Pero es que es eso, un libro de naves espaciales y pistolas de rayos, una space opera en esencia: intrigas políticas entre imperios interplanetarios, servicios secretos conspirando, enormes naves cruzando la vastedad del espacio, culturas exóticas pero con alienigenas humanoides, robots y mentes artificiales con inteligencias más bastas y retorcidas que las nuestras y el destino de todo un imperio en las manos de un hombre.

Pero Banks y su serie de la Cultura es también mucho más que solo space opera, al contrario de lo que haría otro escritor como Vance por ejemplo, no se pierde en describirnos el juego del Azad, sus reglas, formas y estilos y hasta el último detalle de la indumentaria oficial para jugarlo. Banks sugiere el juego, se describe muy someramente, la imaginación del lector llena los espacios. La obra se enfoca en la evolución del protagonista, en su descubrimiento de la naturaleza del juego y en la importancia última de la partida jugada más allá del simple orgullo del jugador.

Un jugador que resulta al final otra ficha en el juego de las inteligencias de Contacto.

Además, es difícil que en una película de pistolitas de rayos uno se consiga con naves espaciales llamadas Pues claro que sigo queriéndote, Limítese a leer las instrucciones o la Bésame el culo.

jueves, 6 de agosto de 2009

¿Política exterior?

Escuchado hoy en la radio, llegué tarde y ni idea de quien lo dijo:

Si para el gobierno venezolano es demasiado ofensivo y amenzante unas bases militares de EEUU en Colombia ¿Por qué razón congelamos relaciones solo con Colombia y no con EEUU?

Pero es que es una verdad tan grande como una catedral, que demuestra en total technicolor el infatilismo que impera en ese circulito de autoridades "revolucionarias", que no pude dejarlo pasar.