sábado, 16 de agosto de 2008

Otras 5 fotos que quisiera tomar...


Henri Cartier-Bresson
Gare Saint Lazare
Y este señor es EL fotógrafo.
¿Quién más que Cartier-Bresson puede hacer una maravilla de algo tan simple como un hombre brincando un charco? Perfectamente compuesta en tercios tenemos el instante preciso cuando el personaje se encuentra en el aire y su pie a centímetros de destruir su reflejo en el agua.
Como él mismo explicó, se paró junto al charco esperando que alguien saltara, aún así es necesario tener el ojo perfectamente entrenado para saber que el momento decisivo va a ocurrir y además que ese breve instante hará la diferencia entre una foto común de un charco pisoteado y una obra maestra.
Con una cámara que no tenía fotometro integrado y mucho menos modo automático, Cartier-Bresson era capaz de encuadrar, componer y disparar en instantes y esta foto en mi opinión resume lo que es la foto de calle y lo que significaba la fotografía para este genio:

"Tomar una fotografía es alinear la cabeza,
el ojo y el corazón. Es una forma de vida."


Jacques-Henri Lartigue
Course de voitures, Papa à 80 km/h
1913, un auto de carreras pasa veloz a 80 km/h dejando atrás al fotógrafo, la cámara y al público, apenas da tiempo de capturar la parte trasera. Por una característica del obturador (que aún no entiendo) la imagen se deforma aumentando aún más la sensación de velocidad. La cámara acompaña al auto emborronando el paisaje y a los espectadores, creando esa impresión de pintura impresionista.
Si fuese la única foto de Lartigue apostaría por el cuento del burro y la flauta pero no, Lartigue fue un niño prodigio de la fotografía que además mejoró a lo largo de los años, desde niño tuvo el "ojo del fotografo"; esa capacidad de ver más allá de lo obvio y de capturar el momento y el detalle curioso e importante. Si Henri Cartier-Bresson era dios, Jacques-Henri Lartigue fue su profeta.
Extrañamente Lartigue se consideraba más pintor que fotógrafo pero fue como esto último que se le conoció finalmente aunque claramente se observa una formación pictórica en su trabajo.


Ansel Adams
Road After Rain
Un camino cruza por un campo y se pierde en el horizonte hacia el atardecer.
Descrito así debe ser la foto más tomada y aburrida de la historia, pero estamos hablando de Ansel Adams, quien en mi opinión debe ser uno de los mejores fotógrafos paisajistas que ha existido. Fundador de f/64, con esa escasa pero hermosa luz (la hora dorada) obtiene una maravillosa y difícil composición en formato cuadrado con detalles tanto en el primerísimo plano como en el lejano horizonte, el camino mojado brilla como si fuera plata y casi se puede oler la tierra húmeda.
Nada está sobre-expuesto, nada está sub-expuesto, la gama de grises es total, no se podría esperar menos del creador del sistema de zonas.


Robert Capa
The Falling Soldier
Lo que debe ser la foto de guerra más famosa de todos los tiempos; Federico Borrell García, miliciano republicano, cae en la batalla de Cerro Muriano, Córdoba, durante la Guerra Civil Española. En lo que parece un encuadre cinematográfico, un reportero gráfico nos muestra que en la guerra la gente muere de verdad, no importa en que bando estén.
Por años estuvo empañada por la sospecha de montaje por ciertos aspectos en la posición del soldado, pero recientes estudios y el descubrimiento del tesoro de una caja de negativos perdidos de Robert Capa han confirmado su autenticidad.
Aunque es obvio que Capa no esperaba que mataran a este soldado cuando le apuntaba con su cámara, es asombroso que en el apuro y temor de una batalla alguien tenga la sangre fría para preocuparse por el encuadre y la composición más allá del puro hecho de capturar un instante histórico. Eso es verdadero amor y pasión por la fotografía:

"If your photographs aren't good enough,
you're not close enough."


Helmut Newton
Berlin, 1944
Otro gran fotógrafo de modas y quizás uno de los mejores del siglo XX, Helmut Newton nos muestra está imagen irónica de un maniquí con otro maniquí (curioso que ciertas partes llamen a las modelos de pasarela así). Una es una muñeca grande, la otra ¿también?
La luz es fuerte, pareciera un flashazo desde la derecha, sugiere la idea de paparazzi al acecho. La primera impresión es un ligero sobresalto ante ese par de gemelas en una pose algo lésbica (muy a tono con el resto de su fotografía), hay cierta actitud de sorpresa mientras miran algo más interesante que la cámara. Hasta que te das cuenta de que una es un maniquí y la otra una copia (¿o es al revés?) y no se puede evitar la sonrisa.
Newton se burla de su trabajo, de las modelos, de las revistas de modas que lo contratan, del mundo del fashion que le da el dinero para comprarse el Porsche y lo hace de una manera ácida y en realidad no muy sutil aunque si bastante original.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé cual de estos fotografos me gusta mas. Ansel Adams por su rigurosidad, Helmunt Newton por su irreverencia, Cartier-bresson por su genialidad... pero a Robert Capa lo amo, creo que estoy enamorada de él desde que vimos su trabajo en París, lo amo por su dedicación y su aporte al fotoperiodismo, por haber fundado Magnum y bueno... porque sencillamente era bello. Se que no es un criterio objetivo, pero sí, era bello. Al menos para mi.

Disfruto mucho los analisis que haces, podría pasarme la vida leyendolos (aunque la verdad prefiero escucharlos en persona)

besos

Juan RRR dijo...

Eso es pa'que veas que esa capacidad de hablar pendejadas pareciendo que uno sabe lo que dice se puede aprender.

;)

Juan RRR dijo...

Por cierto, estoy esperando tu selección