domingo, 4 de mayo de 2008

Al margen del cable


Roberto Arlt, 1937-1941
Editorial Losada, 2003
Introducción y notas: Rose Corral


"Una epidenia de buenos deseos infecta las naciones de la tierra. Hacia la latitud donde el espectador vuelva la cabeza no descubre sino gente que habla de paz y neutralidad, y como la gente de las naciones que propician estos principios parece estar convencida de lo que dice, todos, incluso ello, continúan armándose hasta los dientes"

El bacilo de la neutralidad en Escandinavia



Crónicas publicadas en El Nacional de México entre 1937 y 1941 por Roberto Arlt, escritor, dramaturgo y periodista porteño.

Basado en los cables que se reciben, Arlt realiza novelísticas, líricas, muchas veces barrocas, recreaciones e interpretaciones de las noticias de una manera magistral y maravillosa. Breves notas de alrededor de no más de 1000 palabras donde se detiene a comentar, en forma asombrosamente preclara, su visión de la política internacional y lo que para él era un obvio camino hacia una nueva guerra total.

Estas notas, sazonadas con sal y pimienta, describiendo paisajes nunca visitados (un puerto en Batavia, una calle en la isla Reunión, un pintoresco poblado en Alemania, la oficina de un político chino que conspira con los japoneses contra Chiang Kai-shek) son el marco de sus irónicas y lucidas críticas a los políticos y a la sociedad, también reflejados en crónicas de crímenes, delincuentes y farsantes, otras de sus predilecciones.

Al leer esta cínica narración de la muerte de un político austriaco uno casi llega a pensar que Arlt estuvo ahí:

"Y después los nazis metieron todas las balas de sus automáticas en el cuerpo de Dolfuss. Y Dolfuss, moribundo pedía confesor, y los otros, sonriendo, lo miraban desangrarse. Y Dolfuss murió sin confesión. Y subió Schuschnigg...Y Schuschnigg ahorcó a varios nazis"

Madeleine Vionnet y la marcha del tiempo



Fallecido en 1942 (un ataque al corazón con apenas 42 años) Roberto Arlt vio sus predicciones de una guerra desbastando Europa hechas realidad pero no pudo ver el fin del nazismo que también había predicho, ni como el Atlántico se acortaba acercando América y Europa a un viaje de horas(murió sin saber "para qué", tal como se preguntaba en 1938).

Tanta noticia ficcionada hace que uno extrañe en este libro un recopilador o un editor entrometido que con breves notas al pie aclare un poco el hecho ocurrido hace setenta años.

En la pila de pendientes Los siete locos y El lanzallamas, dos novelas, que al parecer son una sola, de este argentino fabulador.

1 comentario:

Maru Aveledo dijo...

"Argentino fabulador" y fabuloso, con una capacidad para ver claramente la situación política que se avecinaba (que para uno es obvio si lo ves 50 años despues, pero para la época seguramente no era tan obvio) este es sin duda uno de mis libros favoritos.

Ahh cómo me gustaría escuchar su opinión acerca de lo que nos deparan estos próximos años...