domingo, 4 de septiembre de 2011

(30 libros) 3. Uno que sea un placer culposo

Harry Potter, de J. K. Rowling

Nada, no lo puedo negar, por lo menos los tres primeros libros de la serie me los he leído como si fuese el niño nerd que en realidad fuí, sin importarme que nuevamente estuviera frente a la enésima representación del Emperador de todas las cosas. Llenos de contradicciones, deus ex machina y malvados de pacotilla, los tres primeros tomos me ganaron rapidamente y los disfruté un montón.

Poco a poco la calidad fue desmejorando mientras la misma Rowling, supongo yo, no sabía como justificar que su niño mago tuviese tanta suerte o sus enemigos fuesen tan incompetentes.

Finalizados casi como última muestra de mi antigua manía de completar series interminables, un cuarentón refugiándose en fantasía infantil.

2 comentarios:

verónica estándar dijo...

mi placer culposo: Pregúntale a Alicia.

Esto SI es un placer culposo, un diario de una chica drogadicta. Super cliché y todo lo que quieran pero a mi me encanto, lo leia a escondidas cuando tenia como 14 años de la biblioteca de mi abuelo en coro.

lo leeria de nuevo...

Juan RRR dijo...

Y creo que sacarón varios después de ese.

Recuerdo que hubo una especie de boom con esto de los carajitos drogadictos y sus experiencias hard core.